Fernando Sampaio habló sobre el proceso de evaluación participativa de las metas, sobre el Plan de Trabajo del Instituto PCI y los desafíos y oportunidades para el nuevo año.
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¡Mira!
IDH: La Estrategia PCI cumplió cinco años y pasó por un proceso de evaluación de objetivos.
– Cómo se condujo ese proceso?
FS: La evaluación fue prevista en el Plan de Acción 2020 del Instituto PCI, por demanda del propio gobierno del Estado. Algunas de las metas precisan ser actualizadas y es necesario revisitarlas para entender los avances y desafíos de la Estrategia. Para eso, con el apoyo del ICV (Instituto Centro de Vida), se contrató un proceso de facilitación. Con el desafío adicional de la pandemia, el proceso fue realizado en fases y de forma virtual. Todos los miembros del antiguo Comité Estatal de la Estrategia PCI fueron invitados a participar, primero en un webinar de alineación, después a través de formularios on line de evaluación y, por último, en talleres temáticos para cada uno de los ejes del PCI, además de un taller extra sobre la gestión de la Estrategia.
– ¿Cuál fue el resultado?
El resultado es una gran propuesta que incluye la sugerencia de nuevas metas, en algunos casos, nuevos indicadores o mejoras y actualizaciones de los indicadores actuales, además de un abanico de acciones prioritarias que orientarán el trabajo de la PCI. Tendremos también una nueva fase de este proceso, en la que cada sugerencia del proceso participativo será analizada técnicamente, para ver aquello que es posible ser incorporado y, por último, lo que puede ser renegociado con el gobierno del Estado.
– ¿Cómo eso se verá reflejado en las acciones a partir de 2021?
En 2021 tendremos una Estrategia PCI renovada con una visión 2020-2030, con prioridades definidas y una gobernanza fortalecida. Eso debe orientar las políticas públicas y las acciones del propio Instituto PCI que también actualizará su plan de acción para 2021.
IDH: ¿Cuál es el papel de los agentes y los desafíos en este proceso de implementación de la Estrategia PCI?
FS: Las metas y prioridades renegociadas establecidas representan una dirección común para todas las entidades públicas o privadas que puedan contribuir con el desarrollo sostenible de Mato Grosso. Es función de cada una orientar sus proyectos y acciones para que puedan contribuir con la implementación de estas metas del Estado, que al final benefician a todos. Los objetivos también orientan el trabajo de captación de recursos e inversiones que forman parte del ámbito del Instituto.
IDH: Recientemente, se han publicado datos sobre la deforestación en los estados de la Amazonia Legal. ¿Cómo evalúa el desempeño de Mato Grosso, considerando la PCI como un instrumento de gestión y fomento territorial?
FS: Es evidente que aún existe un enorme reto en controlar la deforestación ilegal en el estado. Aunque la meta no se haya logrado, es notable que Mato Grosso ha evitado una suba en la deforestación como ocurrió en otras regiones en las actuales circunstancias políticas, económicas y sociales. Y es posible trazar una línea lógica que va desde el compromiso de Mato Grosso con el fin de la deforestación ilegal hasta este resultado y los beneficios provenientes de esta jornada. Los objetivos de la Estrategia PCI anunciados en 2015 por Mato Grosso orientaron la fase actual del PPCDIF, el Plan de Prevención y Control de Deforestación e Incendios Forestales del Estado. El compromiso del Estado sirvió para atraer aliados, como KfW, y la reducción de emisiones de la deforestación hizo posible la captación de recursos del Programa REM. Los recursos del REM, además de beneficiar a poblaciones que ayudan a mantener los bosques, reforzaron la capacidad de fiscalización del Estado con inversión en tecnología, como sistemas de alerta rápido. Otros aliados de PCI, como IDH, invirtieron en la ampliación de la capacidad de la Secretaría del Estado de Medio Ambiente (Sema-MT) de analizar Catastros Ambientales Rurales (CAR). El cruce de datos de la deforestación y del CAR permite la responsabilización de los infractores. La PCI, el PPCDIF y el CAR fueron las tres acciones implementadas por el Estado que compusieron el pilar ambiental de un proyecto de captación de recursos con el Banco Mundial, brindando a Mato Grosso el alivio de su situación fiscal. De esta forma, el Estado pudo lanzar, este año, el mayor programa de inversiones de su historia. Y vale decir que el liderazgo político ha sido fundamental para todas estas conquistas. El gobernador Mauro Mendes puso el combate a la deforestación como una prioridad en su agenda, asumiendo él mismo la responsabilidad de presidir el Comité que coordina las acciones de comando y control del Estado. Sema-MT también ha sido fundamental en la ejecución de una estrategia exitosa, que está siendo complementada con otras inversiones en el campo de la valoración de la producción sostenible de Mato Grosso.