Nueve municipios que componen la Región de Balsas, en el estado de Maranhão, a partir de ahora contarán con una estrategia para el desarrollo territorial sostenible a largo plazo, construida en colaboración por más de 50 representantes (locales e internacionales) de productores rurales, empresas, comunidades, asociaciones, gobiernos y sociedad civil: el Pacto Producir, Conservar e Incluir (PCI).
El lanzamiento tuvo lugar el 27 de noviembre, en un evento online que contó con la participación de los agentes involucrados y que apoyan la construcción de esta visión compartida de planificación del uso sostenible del territorio.
Clica aquí para ver el video del evento
“Solo cuando todas las partes interesadas, pequeñas y grandes, forman parte del proceso, se puede lograr un impacto real. Sin esa sinergia entre los participantes no tendríamos un futuro más sostenible”, resaltó Koen Höcker, segundo secretario de Asuntos Económicos de la Embajada de Holanda.
La Región de Balsas está incluida en una de las mayores fronteras agrícolas nacionales de la actualidad, MATOPIBA, que comprende los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía, en el bioma Cerrado y da cuenta de gran parte de la producción brasileña de granos y fibras.
Los municipios incluidos en la iniciativa suman un área total de más de 5,6 millones de hectáreas, de las cuales, cerca de 1,2 millones albergan áreas de soja, algodón y maíz, resultando en aproximadamente 4 millones de toneladas de granos producidos. La vegetación nativa existente en la región supera los 2,2 millones de hectáreas. “Estamos elevando nuestro nivel y daremos lo mejor para que los tres pilares del Pacto se lleven a cabo correctamente”, dijo Celso Henrique Borgneth, vicealcalde de Balsas.
En Maranhão está localizado el Puerto de Itaqui, que desempeña un papel fundamental en la distribución de la producción de comodities agrícolas y que también apoya el Pacto. El presidente del Puerto, Eduardo de Carvalho Lago Filho que representó al gobierno del estado en el evento, expresó: “El mundo precisa de alimentos y nosotros podemos producirlos. Depende de nosotros decidir cómo hacerlo, de la mejor manera y con los mejores resultados Y que los beneficios también estén al alcance de toda la sociedad”.
El Pacto tiene como objetivo acelerar la sostenibilidad en las cadenas productivas, estrechando las relaciones entre los diversos agentes, promoviendo la inclusión de la agricultura familiar y el fortalecimiento de la implementación del Código Forestal, resultando en la conservación de los recursos naturales.
“Creemos que el lanzamiento de este Pacto puede enviar un mensaje muy poderoso al mercado de que, trabajando juntos, los productores, los gobiernos, la sociedad civil y los mercados, podemos trazar un nuevo futuro en el comercio de alimentos del Cerrado”, enfatizó Daan Wensing, CEO de IDH.
La participación de empresas y productores se considera un factor clave y la Asociación Brasileña de la Industria de Aceite Vegetal (Abiove) es una de las organizaciones integrantes del Pacto. El presidente de la entidad, André Nassar, destacó la importancia de la estrategia como una forma de incentivar la producción sostenible y la transparencia para el mercado internacional. “El modelo de Abiove no es un modelo de moratoria. El productor es el dueño y soberano de la propiedad para hacer lo que quiera. Depende de nosotros, como exportadores, ejercer el control de ese origen y organizar la cadena de suministros para atender las diferentes necesidades del mercado. Por ello, entendemos la importancia de esta iniciativa y resaltamos nuestra satisfacción por también formar parte del Pacto, destacó Nassar.
Objetivos
Para cada eje del Pacto se establecieron metas, que reflejan el entendimiento local para el desarrollo sostenible de la región y serán fundamentales para garantizar el éxito de la iniciativa.
En el eje de la Producción, los principales objetivos establecidos buscan aumentar la oferta de soja y algodón sostenibles y promover el sistema integrado de cultivos, ganado y silvicultura.
En el eje de la Conservación hay metas para apoyar acciones que promuevan la reducción de la deforestación ilegal en la región, apoyen la implementación efectiva del Código Forestal, como la validación del CAR, e incentiven el pago por servicios ambientales (PSA).
El eje de la Inclusión es el que cuenta con el mayor número de objetivos, incluyendo el apoyo al desarrollo de cadenas productivas de la agricultura familiar, el fortalecimiento y la ampliación de los programas de asistencia técnica, la regularización de tierras y el incentivo al turismo.
“FAPCEN viene visualizando esta fuerte alianza con IDH desde el primer trabajo en conjunto realizado en 2011, cuando fue posible el diagnóstico de las propiedades rurales y, de esta forma, pudimos entender lo que somos, lo que hacemos y hacia dónde nos estábamos dirigiendo. Ahora estamos viviendo un nuevo momento, de mayor planificación de un territorio, donde podemos ampliar aún más este trabajo y traer una mayor valorización a esta región, casi siempre olvidada y nunca mencionada como productora de alimentos. Somos alrededor de 50 apoyadores en el Pacto y esperamos conquistar ese nuevo espacio, en pro del desarrollo sostenible en esta región”, confirmó Gisela Introvini, Superintendente de FAPCEN.
Próximos pasos
FAPCEN es la organización responsable por la construcción local del Pacto PCI de la región de Balsas, que contó con financiación directa de IDH. A partir de ahora, tienen lugar las etapas de estructuración del comité gestor del Pacto y la implementación del sistema de monitoreo del cumplimiento de las metas, además de la construcción de proyectos y programas de cofinanciación que apoyen estos objetivos. “El Pacto es un proceso vivo, que puede recibir nuevas adhesiones e inversiones en cualquier momento”, enfatizaron las organizaciones al final del evento de lanzamiento.